Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 

 

HERRAMIENTAS EN USO

 

Tenía que “engarzar” varios papelitos en unas cintas de rafia. Luego se hace un lazo, ¡y queda una presentación estupenda! 

 

Pero, ¿cómo atravesar un papel tan pequeño sin romperlo? 

 

-Necesitas una aguja de lana -me indicó sor Puri, la costurera, mientras rebuscaba en su acerico. 

 

¡¡Mano de santo!! Uno, otro, otro… 

 

-Sor Puri… -le dije taciturna al cabo de un rato- no voy a poder devolverte la aguja… ¡¡se me ha partido!! Lo siento… 

 

-¡Vaya tontería! -me respondió nuestra mayor con su habitual gracejo- No te disgustes, ¡tengo más! ¿Quieres otra? 

 

La reacción de sor Puri no solo me alivió, ¡también me impresionó! A pesar de que le había roto una aguja, ¡estaba dispuesta a darme más! Da por sentado que, cuando trabajas, ¡puedes meter la pata! 

 

¿Y acaso el Señor no hace exactamente lo mismo? Nuestra misión es mucho más delicada que la de engarzar papelitos: ¡estamos llamados a mostrar Su rostro ante los demás, llevar Su amor al mundo! 

 

Para ello, el Resucitado nos ha equipado con unos dones y cualidades. Sabe que podemos meter la pata, ¡pero sigue confiando, sigue dispuesto a contar con nosotros y vuelve a llenarnos de Su amor!

 

Así les sucedió a los apóstoles: a pesar de ser hábiles pescadores, en toda la noche no cogieron nada. Su herramienta, esa red que tanto les había regalado otras veces, estaba vacía. 

 

Pero salir a pescar fue lo que les hizo encontrarse con el Resucitado. Solo porque estaban en el agua, pudieron escuchar: “Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis” (Jn 21, 6). 

 

Nuestra labor es usar las herramientas que Él nos ha dado, aunque a veces nos encontremos redes vacías o agujas rotas. El amor del Señor nos anima a no quedarnos en la orilla, nos anima a usar los dones que Él nos ha dado sin miedo… sabiendo que su amor repone nuestras agujas rotas, y llena nuestras redes. 

 

Hoy el reto del amor es dar gracias al Señor por tus dones… ¡y hoy no tengas miedo de usarlos para hacer sonreír a alguien! 

 

VIVE DE CRISTO

 

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¡Feliz día!