Hoy el reto del amor es facilitar la búsqueda al Señor

Escrito el 29/10/2024
Vive de Cristo


Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 

BÚSQUEDA Y CAPTURA 

Una de nuestras mayores vino a pedirme auxilio. Resulta que había perdido el teléfono, el pequeño inalámbrico que usamos para estar localizadas entre nosotras. 

-No te preocupes, que de casa no ha salido -bromeé. Es la ventaja de ser de clausura; el problema es el tamaño de “la casa”…

Pero la búsqueda resultó ser lo más sencillo del mundo: fui recorriendo las distintas estancias, llamando a la vez al teléfono de esta hermana. Si abría una puerta y había silencio, no hacía falta rebuscar: ¡era seguro que ahí no estaba! 

Lo realmente difícil es encontrar algo que no canta, como un libro o unas gafas… pero localizar este teléfono, que pedía auxilio a gritos, ¡fue coser y cantar! 

Esto mismo es lo que nos sucede a nosotros: también podemos “perdernos”, meter la pata, no saber qué camino elegir… Pero, a diferencia de los objetos (como las gafas o el teléfono) en nuestra mano está decidir pedir ayuda o tratar de resolverlo en silencio. 

Cuando clamas al Señor, cuando le manifiestas que necesitas Su ayuda, ¡tu corazón está atento para descubrirLe y seguir Sus indicaciones! Pero, si no es así, ¡tu silencio no hará que Él desista de encontrarte! 

Cuando pierdes algo valioso, algo tuyo, ¡lo buscas aunque sea difícil! Del mismo modo, el Resucitado sale a nuestro encuentro de mil modos, no se cansa de llamarnos, y, respondamos o no, seguirá nuestro rastro hasta el final. Es su promesa: “Yo mismo apacentaré mis ovejas y las haré reposar —oráculo del Señor Dios—. Buscaré la oveja perdida, recogeré a la descarriada; vendaré a las heridas” (Ez 34, 15-16). 

No nos dejará ni nos abandonará… ¡porque somos muy valiosos para Él! 

Hoy el reto del amor es facilitar la búsqueda al Señor. Te invito a que hoy seas ese teléfono que sabe alzar la voz para avisar cuando se siente perdido, cuando duda en una decisión, cuando le falla la batería del amor. Que hoy tu corazón esté atento: cuando pedimos ayuda, ¡Jesús siempre responde, porque vive atento a tu sonido, querido teléfono!

VIVE DE CRISTO


¡Feliz día!