Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 

RECONOCIBLE A LA DISTANCIA 

El otro día, al entrar en la huerta, una de las máquinas tuvo una pequeña fuga de aceite. El obrero, percatándose de ello, avisó a una hermana. Ella le dijo que no se preocupase, que lo limpiaríamos nosotras. 

Así quedó la conversación, y cada uno siguió su camino. Pero hubo alguien extremadamente diligente, dispuesto a limpiarlo en el acto. 

Poco después, una bola negra y apestosa se acercó hacia mí saltando alegremente... 

-¡¡¡JUBI!!! ¿¿Pero qué has hecho?? ¡¡Agh!! ¡¡Pareces un bidón de aceite con patas!! 

Yo no sabía nada del percance con la máquina, ¡pero el olor era inconfundible! Ay... prefiero que huela a perro... Sobre todo porque, esa misma mañana... la habíamos bañado. 

¡¡Es increíble lo pegajoso y pringoso que es el aceite!! ¡¡Nos ha costado un triunfo quitárselo!! Y, orando sobre ello, recordé que precisamente esa es una imagen... ¡¡del Espíritu Santo!! 

La Iglesia habla del Espíritu como “unción”, y el aceite se usa en numerosos sacramentos, especialmente en la Confirmación. ¿Y qué quiere decirnos Cristo con esto? ¡¡Que quiere impregnarnos por completo!! Hasta el punto de ser inseparable contigo. 

Cristo se ha implicado contigo hasta el fondo. Él nos promete: “Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. ¡Y el que es la verdad no puede mentir! ¡Nada ni nadie podrá separarte de su amor! 

Sin embargo, para poder “impregnarte” bien, se requiere una cosa: ¡frotarse! Te aseguro que Jubi lo hizo a la perfección... Y, para eso, lo único que se necesita es tiempo, ¡dedicar ratos a dejarse impregnar del amor de Cristo! 

Su amor infinito está ahí, desbordándose para ti... ¿tienes un rato para Él? ¡Te aseguro que cambiará tu día! Pues sucederá como el olor de nuestro perro: ¡ya no serás tú, sino Él! 

Hoy el reto del amor es impregnarse de Cristo. Antes de empezar la jornada, dedica un rato a estar con Él. Cuéntale tus cosas, tus proyectos, los deseos que tienes para hoy... y, sobre todo, ¡disfruta de Su amor! Así, de Su mano, ten tres detalles de cariño. ¡Impregna tu ambiente del buen olor de Cristo! ¡Feliz día! 

VIVE DE CRISTO

¡Feliz día!