Hoy el reto del amor es que primero eches agua a las patatas

Escrito el 02/06/2021
Vive de Cristo


Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 

LLENANDO LA OLLA 

Los viernes cenamos patatas por la noche y  solemos dejar la olla preparada por la mañana con ellas dentro sin hacer, y así solo tenemos que encender el fuego un rato antes de cenar y salen recientes.

Este viernes fui a encender el fuego ya por la noche y, en lugar de hacerlo, lo primero abrí la olla para comprobar que estaba bien cerrada y... menudo susto: ¡estaban todas las patatas negras! Me di cuenta de que había echado sal, aceite, las patatas, pero... se me olvidó echar el agua. Y la patata sin agua se oxida y se oscurece. Quedaba apenas media hora para la cena y eran insalvables.

Justo dos monjas pasaban por la cocina; sin pensárselo, se remangaron, cogieron cuchillos, unas patatas y juntas logramos llegar a la cena.

Muchas veces llenamos la olla ya desde la noche anterior, pues nos acostamos pensando “mañana tengo que hacer”, “tengo que ir”, “primero hago esto, luego lo otro...”. Echamos patatas de lo que nos parece importante, sal de lo que pensamos dará vida, aceite para llegar antes y... nos falta el agua.

Y el agua es la oración. A veces ponemos por delante todas las “patatas” que tenemos a lo largo del día y, sin embargo, sin oración, sin agua, pierden vida. A más patatas, más agua; a más actividad, más oración; y descubrirás que el tiempo se multiplica, que llegas con paz, con la mirada puesta en el Señor, que vives todo desde otro plano y, porque tu interior “ha cocido bien”, puedes alimentar a los que te rodean.

Jesús, cada vez que iba a embarcarse en algo nuevo, primero oraba; nos dejó su ejemplo para que descanses, para que experimentes que no todo depende de ti, que todos tus agobios del día se hacen ligeros si los dejas en Sus manos y te dejas depender de Él. Todo cobra sentido si lo cueces con el Señor.

Hoy el reto del amor es que primero eches agua a las patatas. Cuando te surja el “tengo que hacer”, para, ora, echa el agua y, si puedes, entra en una iglesia... “Señor, ven conmigo”... Descubrirás que te llena de su paz, de su Misericordia hacia las personas con las que vayas a estar, de Su fuerza para afrontar lo que tengas que afrontar... Cristo está a tu lado, quiere entrar en tu día.

VIVE DE CRISTO

¡Feliz día!