Hoy el reto del amor es hacer equipo en algo pequeño

Escrito el 09/01/2024
Vive de Cristo


Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 

POCO A POCO  

Hace ya bastante tiempo, me lesioné la muñeca. Como no termina de arreglarse, me han mandado rehabilitación: cogiendo una botella pequeña llena de agua, tengo que mover la mano hacia arriba, hacia abajo… 

El asunto es fácil, ¡¡¡mover una botella no supone absolutamente nada!!! ¡Ajá, pero eso solo es al principio! Cuando llevas unas cuantas repeticiones, parece que el agua se transforma mágicamente en cemento. Pero también es verdad que, a fuerza de repeticiones, cada vez siento la muñeca más fuerte y segura. 

Mover una botella de agua puede parecer un ejercicio muy tonto, pero, un día tras otro, ¡¡¡fortalece!!! Lo mismo le sucede a nuestro corazón: para que pueda llegar a amar con fuerza, ¡necesita entrenarse! 

Como buen Maestro, Jesús no nos pide actos heroicos: nos pide que apostemos por amar en lo cotidiano, en el día a día. Tal vez te parezca algo tan simple e inútil como mover una botella pequeña. Pero, créeme: estos actos de amor pequeños, insignificantes, ¡¡¡son el más eficaz entrenamiento para fortalecer el amor!!! 

“El Reino de los cielos es como una semilla de mostaza… es la más pequeña de las semillas… pero crece y los pájaros vienen a anidar…” (cf. Mt 13, 31 y ss.). 

¡Así son las cosas del Señor! En Belén nos demuestra que Él se hace pequeño, valora lo pequeño. También en tu vida quiere empezar con pequeñas semillas, ¡pero en su interior encierran la promesa del crecimiento! 

Todos queremos tener una relación fuerte con Cristo, viéndole en todo… pero a veces olvidamos que, para ello, es necesario hacer un camino, ir aprendiendo (¡poco a poco!) a descubrirle en pequeños detalles. Pueden parecer insignificancias pero… ¡¡¡entrenan el corazón para descubrir en todo la huella del Señor!!! 

Hoy el reto del amor es hacer equipo en algo pequeño. Pídele al Señor poder ser su instrumento una vez a lo largo del día. Un gesto, una palabra… No busques cosas extraordinarias, sino poner, en lo cotidiano, un amor extraordinario: el Amor que Él te da. ¡¡Plantemos esas semillas, aunque parezcan pequeñas!! ¡¡¡Feliz día!!!

VIVE DE CRISTO

¡Feliz día!