Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.  

 

EL PRIMER PASO 

 

Todos los días pensaba… tengo que volver a dibujar. La verdad es que este año lo he dejado un poco aparcado y me costaba retomarlo. ¿Y si no me sale? ¿Y si ya no sé? Ayer por fin me senté, y lo noté: sentía la torpeza en la mano de no practicar. Las líneas eran inseguras, el trazo sinuoso… pero también —y de forma más fuerte— experimenté el gozo de hacer algo que tanto me ayuda a expresar.

 

Cuando dejamos algo, sea lo que sea, nos ocurre lo mismo: “tendría que volver a…” pero enseguida nos respondemos: “cuando esté mejor, cuando tenga más tiempo, cuando me sienta con fuerzas… mejor otro día”. Y ese momento nunca llega, a no ser que demos el primer paso, aunque no sea un paso perfecto.

 

Con Jesús ocurre algo parecido. A veces cuesta salir del ritmo para estar un rato con Él, o cuadrar la agenda para volver o empezar a estar con Él,  ir ese grupo del que sabes o te han hablado, volver a hablar con ese sacerdote o con esa persona que tantas veces te ha llevado a Él. Es el momento.

 

Jesús sigue ahí. El deseo de ir a Él que sientes en el corazón, te lo regala para colmar lo que tanto anhelas. No esperes estar “mejor” para ir a quien es tu descanso. Él no necesita tu perfección, sólo que des el primer paso.

 

Su Amor es más grande que toda referencia humana que puedas tener. Sus brazos están abiertos y te dice: “ven a mí, que yo te aliviaré”. Lo perfecto es suyo. Lo nuestro es la pobreza, el trazo torpe… y con ello quiere abrazarte y darte lo que necesitas en este momento: Paz, una comunidad para compartir, consuelo…

 

Hoy el reto del amor es que des el primer paso. Empieza o retoma aquello que tu corazón tanto anhela. 

 

VIVE DE CRISTO 

 

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¡Feliz día!