En uno de aquellos días en lo que me asaltaban preocupaciones, salí a la huerta y mientras paseaba comencé a repetir esta Palabra. Hasta al fin, de tanto darle vueltas salió la melodía…
Esta es la bendición que nos regala el Señor al confiar en Él: una vida llena de Vida. Como un árbol bien plantado así nosotros, cuando le damos nuestra confianza, nos afirmamos sobre Él que es la Fuente de la Vida.
Bendito quien confía en el Señor
y pone en el Señor su confianza.
Será como un árbol plantado junto al agua
que junto a la corriente echa raíces.
(Jeremías 17, 7-8)
Por siempre, por siempre en Ti confiaré.
Por siempre, por siempre en Ti confiaré.
Bendito quien confía en el Señor…
Esta es la bendición que nos regala el Señor al confiar en Él: una vida llena de Vida. Como un árbol bien plantado así nosotros, cuando le damos nuestra confianza, nos afirmamos sobre Él que es la Fuente de la Vida.
Bendito quien confía en el Señor
y pone en el Señor su confianza.
Será como un árbol plantado junto al agua
que junto a la corriente echa raíces.
(Jeremías 17, 7-8)
Por siempre, por siempre en Ti confiaré.
Por siempre, por siempre en Ti confiaré.
Bendito quien confía en el Señor…