Esta etapa abraca un mínimo de cinco años: desde el final del Noviciado hasta la Profesión Solemne. El último año de profesa temporal ya no se vive en el Noviciado, sino que se pasa a vivir en Comunidad, con las monjas solemnes.
Durante este tiempo, la profesa renueva los votos temporales, primero, a los tres años; y después, cada año. En este tiempo la profesa tiene como finalidad continuar, profundizar y completar la formación del Noviciado que le ayude a adquirir la madurez en los cuatro pilares de la orden: oración, vida fraterna, evangelización y estudio.